La Sensibilidad a los alimentos “Agrava el trastorno subyacente en las personas susceptibles”
Lo importante a aprender aquí, es que uno de los trastornos subyacentes que agrava es la alergia. Esta idea se ha desarrollado a partir de la acumulación gradual de resultados de la investigación sobre la sensibilidad química de los alimentos, aparte de los hallazgos sobre la alergia. Con frecuencia veo niños pequeños que se sabe que son alérgicos, comúnmente a la leche, tienen menos síntomas con una dieta baja en químicos y han podido comenzar a tolerar más leche de la que podían antes de atenderlos e implementar la dieta baja en químicos. Inicialmente, esta información provino de familias que buscaban ayuda principalmente para la migraña, el TDAH o el Síndrome del Colon Irritable. Luego, aquellos con eczema también encontraron que nuestros tratamientos y recomendaciones de una dieta baja en químicos ayudó más que solo a prestar atención a los alimentos que dieron positivo en las pruebas de alergia realizadas en laboratorios por otras especialidades.
“Las cifras muestran que millones de mexicanos afirman ser alérgicos a los alimentos, pero solo a uno de cada ocho se le había diagnosticado la afección”.
¿Qué está sucediendo? investigaciones clínicas que parecieran no estar relacionadas pueden proporcionarnos la respuesta.
Una investigación clínica de dietistas australianos y de todo el mundo ha informado que los aditivos en los alimentos provocan reacciones en los niños. No solo en niños con TDAH, sino también en un grupo susceptible de la población general. Investigaciones anteriores mostraron que cuando los niños reaccionan a los aditivos y otras sustancias químicas naturales sospechosas en los alimentos, no solo informan cambios de comportamiento, sino también un empeoramiento de los problemas para dormir, eczema, diarrea, problemas respiratorios, estreñimiento, dolores de cabeza, dolores nocturnos en extremidades y dolor de estómago. Cuando las personas reportan reacciones a los alimentos, usan la palabra «alergia» cuando es más probable que la causa sea una intolerancia química a los alimentos. Sensibilidad a los alimentos es una mejor palabra, ya que puede cubrir tanto la verdadera alergia como la intolerancia a los alimentos químicos.
Un indicador importante de la susceptibilidad química de los alimentos es un historial familiar de alergia.
Otra es la sensibilidad a la aspirina [salicilato]. Otra es la sensibilidad a factores ambientales como los perfumes y aromas. Los productos químicos excluidos durante la investigación de la sensibilidad alimentaria incluyen salicilatos medicinales y naturales [presentes en alimentos tales como tomate, frutas ácidas y especias], colorantes aditivos, saborizantes y benzoatos [que tienen una estructura química similar a los salicilatos], otros conservantes, aditivos y MSG natural., aminas [En chocolate y comidas ricas] y olores fuertes.
¿Por qué la sensibilidad química de los alimentos no ha sido reconocida como relevante cuando se piensa en la alergia?
La primera razón es que la sensibilidad a los productos químicos de los alimentos depende de si eres susceptible o no, y no de si tienes un diagnóstico de una afección en particular, como TDAH o eczema. Se reconoce que diferentes personas son alérgicas a diferentes alimentos integrales porque esto se puede demostrar con pruebas cutáneas [SPT]. También se reconoce que hay reacciones de inicio tardío que no suelen mostrarse con SPT. Sin embargo, de alguna manera no se reconoce la idea de la sensibilidad química, también con la variación individual en la que los productos químicos causan síntomas. Al igual que las reacciones alérgicas de aparición tardía, no existe una prueba aclaratoria. De manera similar, la única forma reconocida en que se puede aclarar la intolerancia química es mediante la eliminación y el desafío dietético. Entonces, cuando quieras informarle a tu doctor algún síntoma relacionado con los alimentos, explícalo como una reacción en lugar de una alergia para que no termines en una discusión sobre qué es la alergia. Ahora la pregunta será si tu doctor puede atenderte de manera integral. Pienso que es sumamente importante que el mundo alópata empiece a reconocer que la alergia y la sensibilidad química a los alimentos pueden ocurrir juntas.
Otra razón por la que la sensibilidad química de los alimentos no se reconoce en algunas personas con alergia es que las reacciones ocurren cuando la suma de varias sustancias químicas sospechosas alcanza un umbral, por lo que la persona rara vez puede identificar todos los alimentos sospechosos.
En ocasiones los pacientes sensibles a los alimentos a veces informan que se sienten mareados cuando tienen una reacción, y rara vez tienen una reacción de anafilaxia. Otro hallazgo interesante es que quienes tienen sensibilidad alimentaria también tienen antecedentes familiares de otro grupo de síntomas que no han sido diagnosticados como de padecer alergias. Estos incluyen dolores de cabeza, migraña, síndrome del intestino irritable [SII], úlceras bucales y mareos.
Es común ver una familia donde un miembro está viendo a un neurólogo por migraña, otro a un alergólogo por fiebre del heno o eccema, otro a un gastroenterólogo por SII, un bebé con diarrea que ve a un pediatra y otro niño que se presenta para una investigación dietética de TDAH.
La sensibilidad química de los alimentos es una condición compleja, pero se ha aprendido mucho en los últimos cuarenta y cuatro años.
¿Qué puedo hacer para resolver mis problemas o prevenirlos?
Acude con un Quiropráctico Correctivo Funcional que entienda la importancia de la Biomecánica de tu Columna y tu Sistema Nervioso Central.
Toma conciencia en cuanto a tu estilo de vida alimentario, resuelve alergias, intolerancias, hipersensibilidades alimentarias, bloqueos metabólicos, etc.
Evita alimentos procesados de la industria.
Procura comer productos libres de pesticidas o genéticamente modificados.
Resuelva temas emocionales, conflictos, etc. que pueda estar acarreando por medio de meditación, introspección, etc.…
Procura realizar ejercicio apropiado.
Duerme y Descansa de una manera reparadora.