El sistema inmune es regulado por nuestro sistema nervioso central, es como quien dice el que se encarga de mantener todo el orden. Y nuestro sistema nervioso central a su vez está subdividido en dos partes que poseen funciones opuestas, una el sistema nervioso simpático que es quien se encarga de mantenernos alerta, a la defensiva por si es necesario huir o quedarnos estáticos , que viene a formar parte de nuestro instinto de supervivencia ante cualquier tipo de amenaza y su parte opuesta es el parasimpático que es quien se encarga de digerir adecuadamente, hacer uso eficiente de los nutrientes y eliminar lo que no nos sirve, también se encarga de lograr un sueño reparador, reparar cualquier daño que presentemos y el más importante que mantener a un sistema inmune fortalecido.
El sistema nervioso parasimpático debiera de estar activo la mayoría del tiempo, alrededor de un 75% del tiempo y el simpático el restante, pero hoy en día debido al estilo de vida tan acelerado, la sobre estimación de químicos ambientales, la luz artificial, la contaminación electromagnética, etc. ¡Estamos al revés!
Ahora es importante mencionar que existen tres diferentes tipos de amenazas (estresores) para nuestro organismo y el cerebro no sabe diferenciar en las tres así que activa el mismo mecanismo de supervivencia, la clasificación de estos tres es:
Físico: Heridas, lesiones, exceso de calor/frío, exceso de ejercicio, falta de ejercicio, alteraciones biomecánicas (desviaciones de columna), desvelos con frecuencia.
Químico: Tóxicos que bebemos, respiramos, comemos, inyectamos, untamos o exponemos.
Emocional: Pensamiento tóxico, relación tóxica, pendientes, tristeza, temor, enfado, traición, frustración, impotencia, vergüenza, vulnerabilidad, abandono, etc.
¡Y siempre que está activo nuestro mecanismo de supervivencia segrega hormonas estresoras como el cortisol, adrenalina y noradrenalina que a su vez inhiben al sistema parasimpático para ponernos en modo de alerta!
Sin embargo, este sistema está diseñado para actuar por periodos cortos, ¡ah y por cierto!
Sabían ustedes que siempre que se someten a un procedimiento de reemplazo de algún órgano, lo que hacen los médicos es suministrar químicos estresores para inhibir al sistema inmune y evitar un rechazo del órgano, suena interesante, ¿verdad? Sobre todo, ¡una vez que lo vemos así!
Ahora bien, por otro lado, es importante saber que el 80% de nuestro sistema inmune se encuentra en el tracto digestivo. Y la palanca de cambio entre el sistema nervioso simpático y parasimpático es el nervio vago (Nervio Craneal X).
Este nervio craneal vaga por todo nuestro cuerpo conectado al cerebro con casi todos los órganos, de manera aferente / sensorial en un 90% desde nuestro sistema digestivo, corazón, sistema inmune y otros órganos principales.
Estos son los órganos encargados de la producción y maduración de las células del sistema inmune, y se integran por la médula ósea y el timo.
1.-La médula ósea.
En los extremos de los huesos largos y en los huesos esponjosos o planos, su función principal es la formación de las células de la sangre (hematopoyesis) y esta es extraordinariamente sensible a la radiación y fármacos. Aquí maduran los linfocitos B.
2.- El timo.
Es el órgano situado en la cavidad torácica, por encima del corazón, donde terminan de madurarlos linfocitos T que provienen inmaduros de la médula.
3.- Pulmones, hígado, riñones y tracto digestivo(órganos linfoides).
Órganos linfoides secundarios. Secundario sólo implica que requiere de la presencia de los órganos primarios. Cada uno de estos es encargado de una determinada región.
1.- El bazo.
Ubicado en lado izquierdo de cavidad abdominal, encargado de revisar la vida útil de los glóbulos rojos (pulpa roja) y la pulpa blanca participa en la generación de respuestas inmunes frente a antígenos llegados hasta él por vía sanguínea y aquí se encuentran todos los tipos celulares necesarios para generar respuestas inmunes celulares y humorales (linfocitos T, B, NK, macrófagos). La función principal del bazo es filtrar la sangre, a través de este proceso quedan atrapados en este órganos, bacterias, antígenos y células alteradas o viejas, que requieren ser removidas de la circulación. De hecho, cuando una persona enferma, el bazo aumenta su tamaño, incluso en situaciones clínicas llega a tener un tamaño tan grande que se llega a palpar.
2. Los ganglios linfáticos.
Son estructuras pequeñas, suaves y redondas, que por lo general no se pueden ver ni sentir fácilmente. Localizados en racimos en diversas partes del cuerpo, como el cuello, las axilas y las ingles, ayudan a combatir infecciones, eliminan material tóxico.
3. MALT (por sus siglas en inglés: Mucosa-associated lymphoid tissue).
Es el tejido linfoide asociado a las mucosas de los aparatos digestivo, bronquial, genitourinario, amígdalas. Las respuestas humorales desencadenadas en mucosas son principalmente de epítopo IgA, que tienen la capacidad de atravesar la mucosa e impide la entrada de microorganismo infeccioso.
Tipo de inmunogloubina
IgG: Principalmente en el torrente sanguíneo, líquido de la médula espinal y en el espacio abdominal, responde a antígenos de hongos, virus o bacterias, esta es la única transmitida por la madre a la placenta del bebe, también se convierte en la primera inmunoglobulina en ser trasladada al bebe por medio del calostro por lo tanto también influye de cierta manera en alergia alimentarias, en cierta forma prepara al bebe al medio ambiente que lo va a recibir.
IgM: La más grande del plasma, y la primera en responder ante un antígeno.
IgA: Esta se encuentra en todas las secreciones que emanan del organismo, protectora de las mucosas.
IgD: En el revestimiento de los linfocitos, es decir aquellos que se encargan de formar el sistema inmunológico, y de dotarlo de todas las condiciones propias para la producción de anticuerpos.
IgE: Principalmente alergias.
¿Por qué se dice que el estrés debilita nuestro sistema inmune?
Los niveles de hormonas estresoras son reguladas por nuestro sistema nervioso autónomo. Y cuando nos encontramos estresados, nuestro cuerpo se pone en modo ALERTA por si es necesario HUIR que corresponde al sistema nervioso simpático y inhibe al sistema inmune ya que este no le sirve para huir y ponerse a SALVO, por lo tanto deja sin suficiente suministro al resto del organismo y si este no presenta niveles suficientes de nutrientes en el almacén sino al contrario , presenta tóxicos, entonces deja al cuerpo vulnerable lo cual propicia a la enfermedad, aparte de que hormonas abundantes por periodos extenso de cortisol, adrenalina y noradrenalina invitan a un terreno pobre del microbioma por lo cual este en busca de mantenerse vivo comienza a predominar afectando a su huésped (nosotros) causando desecho de más toxinas que inducen a la enfermedad.
Modo de Supervivencia: prioridad el cerebro decide que debemos de ponernos alerta y huir, llevándo toda la sangre a esos lugares donde nos sirve para salir corriendo, empujar, jalar o tomar algo con que defendernos.
Niveles elevados de glucosa en sangre: Como energía de emergencia se segrega al torrente sanguíneo, sin embargo, inhibe a los glóbulos blancos.
Cortisol suprime la inflamación: Estrés crónico y prolongado, deteriora a los tejidos, inhibe la absorción de nutrientes, suprime a la hormona del crecimiento, y las citoquinas se mantienen elevadas.
Debilitamiento de la señalización del sistema inmune por consiguiente la vulnerabilidad aumenta.
Nuestro Sistema Gastrointestinal y el Sistema Inmune
Nuestra cubierta intestinal es importante porque sirve como barrera física vs patógenos y tóxicos que podamos ingerir para impedir que estos ingresen a nuestro torrente sanguíneo, el 80% de nuestro sistema inmune reside en el tracto digestivo, específicamente en un área del íleo conocida como parches de Payer. Estos parches monitorean, analizan y responden a la flora intestinal para prevenir el crecimiento de patógenos, si perciben alguna amenaza o ofensa activan al sistema inmune-produciendo anticuerpos y avisando al sistema inmune para defender y contener al atacante y evitar su propagación más allá del intestino. Esto nos presenta una clara explicación del porqué a veces ciertos alimentos no ocasionan molestias intestinales, distensión abdominal y hasta estreñimiento, donde el sistema inmune detectó a el ofensor, e indujo un mecanismo de respuesta inmediata para contener el daño y evitar un deterioro mayor, sin embargo si utilizamos algún fármaco que por su mecanismo de acción lo que va a hacer es inhibir o bloquear al mecanismo inteligente del sistema inmune buscando un alivio hedonista sin entender y valorar a la inteligencia innata, entonces esto va a generar un alivio temporal y una posible afección mayor de otra índole más adelante, me explico?
Investigaciones nos demuestran que el microbioma, el tracto gastrointestinal, y el cerebro se comunican entre sí por medio del axxis gastro-cerebro-microbioma de manera bidireccional utilizando al nervio vago, que envía información sensorial de la flora gastrointestinal al sistema nervioso para crear la respuesta apropiada.
Se requiere de un equilibrio de la flora intestinal para mantener al sistema inmune fuerte capaz de responder ante cualquier ataque por toxicidades y poderlas neutralizar. Por esta razón es importante llevar un estilo de vida saludable y en equilibrio al máximo poder y para eso se requiere tomar consciencia y control de nuestra salud.
¿Cómo me ayuda una Salud digestiva a un soporte de mi Sistema Inmune?
Los nutrientes propiamente digeridos forman parte estructural para abastecer al sistema inmune
El 80% de nuestro sistema inmune se encuentra en el tracto digestivo
Nuestro tracto digestivo forma parte de la barrera de protección de todo aquello que comemos en donde nuestro cuerpo o lo celebra o lo sufre.
Cuando comemos productos que dañan a la barrera intestinal crea que macromoléculas no digeridas apropiadamente invadan a nuestro torrente sanguíneo y estimulan a nuestro sistema inmune a responder a estas proteínas no amigables creando inflamación como mecanismo de respuesta inteligente ante un daño del tejido.
La Digestión es una actividad del Sistema Nervioso Parasimpático
Cada vez que estamos a punto de introducir un alimento, la nariz no esta por casualidad ni por estética, sino que por medio del nervio olfatorio percibe el tipo de alimento que está a punto de introducirse y prepara la ruta de la siguiente manera:
Se segrega saliva para que las enzimas orales comienzan a desdoblarse a los alimentos.
Nuestro estómago prepara al ácido clorhídrico, tanto para continuar con desdoble de los alimentos, como también neutralizar a cualquier microorganismo que no pertenezca a nuestra flora, al mismo tiempo secreta mucosidad para neutralizarlos ya sea que se hayan introducido vía oral o por las vías respiratorias. Es bien sabido que un nivel bajo de acidez contribuye a condiciones de disbiosis intestinal, mala absorción de nutrientes, bloqueos intestinales, por lo tanto, a problemas de salud.
El páncreas secreta enzimas adicionales para los procesos metabólicos, neutraliza la acidez estomacal al ingresar al duodeno por medio de bicarbonato para ir preparando a distintos niveles del tránsito intestinal para absorber los nutrientes correspondientes a estos. También secreta a la insulina para almacenar a las moléculas de glucosa.
La vesícula biliar secreta la bilis para emulsificar las grasas y una vez que termina con esta tarea más abajo en su recorrido intestinal es modificada en moléculas inmunoreguladoras por la flora intestinal.
Los esfínteres abren y cierran ayudando a la motilidad intestinal permitiendo que diferentes nutrientes se absorban respectivamente y lo indigerible continúe en su tránsito para ser apropiadamente eliminado. Por cierto, el tránsito intestinal ideal es de 16 hrs de acuerdo a la cantidad de veces que comemos al día y su proporción, así que cualquier intestino perezoso o estreñimiento impide a la propia absorción de los nutrientes, los cuales son fundamentales para tener un fuerte sistema inmune y cuando estos tiempos son prolongados la misma toxicidad de las heces debilitan a nuestro sistema inmune haciéndonos más vulnerables a enfermar.
Y aquí es donde hemos escuchado la famosa frase somos lo que comemos y por qué lo digo en este preciso párrafo es porque , si han ido siguiendo el hilo, pues el nervio vago envía información directamente al cerebro en un 90% por lo cual influye en nuestros transmisores que nos ayudan o impiden a tener una mayor claridad mental, o a nivel emocional por ejemplo el 90% de la serotonina se elabora en el tracto gastrointestinal y si esta se encuentra afectado por consiguiente nuestro aspecto emocional se ve perjudicado y nos puede poner más propensos a que seamos reactivos y no racionales, en pocas palabras inadecuada función cerebral.
El Nervio Vago y el Reflejo Inflamatorio
El nervio vago dispara un reflejo antiinflamatorio que apoya a nuestro sistema inmune y modula la inflamación del cuerpo.
Es el nervio vago quien sirve para detectar inflamación del sistema y alerta a nuestro cerebro para responder con señales moduladoras inflamatorias y prevenir una situación crónica.
Es capaz de interpretar al microbioma intestinal y mantener al margen a las citoquinas. El neurotransmisor favorito para regular estas situaciones es la acetilcolina.
Estudios recientes nos demuestran la importancia de la estimulación del nervio vago para lograr conseguir propiedades antiinflamatorias por medio del proceso antiinflamatorio colinérgico, que a su vez puede auxiliar a disminuir la inflamación en la periferia y disminuir la permeabilidad intestinal.
Estimulación del nervio Vago
Existen varias formas de estimularlo, uno desde luego es por medio del balance del sistema nervioso central tomando en cuenta a la biomecánica de su columna, otra desde luego puede ser por medio de terapia de luz o inclusive de frecuencias musicales, hasta aceites esenciales.
Investigaciones demuestran evidencia sustancial en una disminución de síntomas inflamatorios al estimular al sistema parasimpático. Y para lograrlo las investigaciones también concluyen que al estimular al nervio vago el cuerpo tiende a buscar su propio balance, reduciendo la sobreproducción de químicos mensajeros pro inflamatorios sin alterar la función de restaurar la salud, manteniendo a un sistema inmune fortalecido.
-¿Qué puedo hacer para resolver mis problemas o prevenirlos?
1. Acuda con un Quiropráctico Correctivo Funcional que entienda la importancia de la biomecánica de su columna y su sistema nervioso central.
2. Consulte con especialista medicina funcional y tome conciencia en cuanto a su estilo de vida alimentario, resuelva alergias, intolerancias, hipersensibilidades alimentarias, bloqueos metabólicos, etc.
3. Evite alimentos procesados de la industria.
4. Procure comer productos libres de pesticidas o genéticamente modificados.
5. Resuelva temas emocionales, conflictos, etc. que pueda estar acarreando por medio de meditación, introspección, etc.…
6. Procure ejercicio apropiado
7. Duerma y Descanse de una manera reparadora.
SOMOS ESPECIALISTAS…..Dr. David Garita
Fuentes:
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