¿Sabías que los implantes de mamas pueden estar afectando a tu salud?
Casi tan pronto como salieron al mercado los nuevos implantes mamarios de silicona, las mujeres comenzaron a experimentar una serie de complicaciones, incluidas infecciones, inflamación y contractura capsular (cuando se inserta una sustancia extraña en el cuerpo y el cuerpo reacciona tratando de bloquearla), formando una cápsula de tejido cicatricial a su alrededor).
Otras complicaciones informadas incluyeron pérdida de cabello, fatiga, pérdida de la vista y el oído y pérdida de peso.
Incluso los implantes de solución salina, que salieron al mercado en la década de 1990 como una alternativa más segura a la silicona, produjeron las mismas complicaciones iniciales que las mujeres experimentaron con los implantes de silicona: infección, inflamación, ruptura y contracción capsular.
Existe un acalorado debate en la comunidad médica acerca de si los implantes mamarios pueden o no causar enfermedades sistémicas, en lugar de solo síntomas localizados. Sin embargo, el número de personas que han informado de la enfermedad llega a los miles.
La enfermedad inmune a la silicona ocurre cuando la silicona se filtra fuera de la cubierta del implante. Tanto la silicona en sí, como cualquier número de los muchos productos químicos utilizados en el proceso de fabricación, pueden llegar a los diferentes sistemas del cuerpo durante un período de años.
Esto puede causar síntomas que incluyen fatiga, dolores musculares y confusión mental, junto con diagnósticos de artritis, síndrome de fatiga crónica y fibromialgia.
Dado que es bien sabido que la exposición a sustancias químicas tóxicas puede provocar enfermedades autoinmunes, no debería sorprender que cuando los productos químicos presentes en los implantes mamarios se filtran en el cuerpo, lo que puede dar lugar a una enfermedad autoinmune.
La enfermedad del implante de solución salina, que se manifiesta en mujeres con implantes de solución salina, es provocada por la biotoxicidad, en lugar de la toxicidad química.
Se ha encontrado moho y hongos tanto en el líquido salino como en la válvula del propio implante. Estas biotoxinas pueden reproducirse en el tejido mamario y causar dolor muscular y nervioso severo en el lado afectado del cuerpo.
Pero también puede liberarse en el resto del cuerpo y causar alteraciones importantes en los sistemas endocrino, inmunológico y neurológico.
Los síntomas de biotoxicidad incluyen fatiga, aumento de peso, estreñimiento, pérdida de cabello, piel seca, deficiencia de hormonas tiroideas, baja temperatura corporal, mareos, debilidad, disminución del deseo sexual, irregularidades menstruales, trastornos del sueño, dolor crónico e intestino permeable.
Tanto la toxicidad química de los implantes de silicona como la biotoxicidad a menudo presente en los implantes de solución salina pueden desencadenar una reacción autoinmune en el cuerpo que puede provocar enfermedades, incluida la tiroiditis de Hashimoto.
Aquellos que tienen una susceptibilidad genética a las enfermedades autoinmunes correrán un riesgo particular de desarrollar síntomas después de haber estado expuestos a las toxinas presentes en los implantes mamarios.
Dr. David Garita
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