En este momento, tu intestino está lleno de bacterias, buenas y malas.
Mantener el equilibrio entre los dos es clave para ayudarte a mantenerte saludable.
Una de las formas de apoyar esto es darle a tu flora intestinal alimentos de apoyo, no perjudiciales. El azúcar y los edulcorantes artificiales pueden afectar tu salud intestinal.
Probablemente hayas oído hablar de los edulcorantes artificiales como aspartamo, sacarina y sucralosa, tres de los mayores culpables, pero también puedes agregar el azúcar a la lista.
Datos impactantes sobre los edulcorantes artificiales y tu intestino.
Aquí hay un resumen de tres preocupaciones que podrían causar los edulcorantes artificiales.
1. Los edulcorantes falsos causan intolerancia a la glucosa
Un estudio sugiere que los edulcorantes populares a base de sucralosa pueden disminuir los niveles de bacterias beneficiosas en el intestino. [1] Pero no solo la sucralosa; otros estudios sugieren que todos los edulcorantes artificiales pueden influir en el microbioma (las bacterias intestinales). Esta pérdida de bacterias buenas puede conducir a la intolerancia a la glucosa, algo que podría conducir a la diabetes.[2]
2. Los edulcorantes artificiales conducen al aumento de peso
Si estás usando edulcorantes artificiales y azúcar, es posible que desees saber que un informe reciente sugiere que los edulcorantes falsos pueden cambiar la forma en que tu cuerpo procesa el azúcar.
Sí, si bien esto podría aumentar el nivel de azúcar en la sangre y provocar un problema mayor como la diabetes, el aumento de peso también es un resultado. Debido a que estos edulcorantes no contienen calorías, no se digieren, pero todavía tienen que viajar por el intestino. Mientras están allí, «pueden favorecer el crecimiento de bacterias que hacen que tengamos más calorías disponibles, calorías que luego pueden llegar a nuestras caderas, muslos y estómago». [3]
3. El azúcar daña la flora intestinal
El azúcar también puede promover el crecimiento de bacterias malas en el intestino. [4] Esto podría provocar irritación en el intestino, lo que incluso podría manifestarse como una respuesta autoinmune, como alergias o afecciones de la piel. Incluso hay evidencia reciente que sugiere que la depresión es en realidad la respuesta de tu cuerpo a la inflamación en el intestino.[5]
Restaurar la salud de tu intestino
Si bien lo mejor que puedes hacer es eliminar por completo el azúcar y los edulcorantes artificiales de tu vida, probablemente ese no sea un consejo práctico para la mayoría de las personas.
Un objetivo más alcanzable es reducir la cantidad de dulces que comes tanto como sea posible y apoyar aún más tu salud intestinal con un probiótico de calidad.
Para un apoyo intestinal completo, considera atenderte de manera integral ya que quien coordina y controla todas las funciones del cuerpo es el sistema nervioso central por medio de sus nervios craneales y los de tu columna Nuestro tratamiento es una de las maneras más completas de apoyar por completo un microbioma intestinal saludable y una vida saludable.
-¿Qué puedo hacer para resolver mis problemas o prevenirlos?
1. Acude con un Quiropráctico Correctivo Funcional que entienda la importancia de la Biomecánica de tu Columna y tu Sistema Nervioso Central.
2. Toma conciencia en cuanto a tu estilo de vida alimentario, resuelve alergias, intolerancias, hipersensibilidades alimentarias, bloqueos metabólicos, etc.
3. Evita alimentos procesados de la industria.
4. Procura comer productos libres de pesticidas o genéticamente modificados.
5. Resuelve temas emocionales, conflictos, etc. que puedas estar acarreando por medio de meditación, introspección, etc.…
6. Procura ejercicio apropiado
7. Duerme y Descansa de una manera reparadora.
Referencias:
Abou-Donia, M.B. et al. Splenda alters gut microflora and increases intestinal p-glycoprotein and cytochrome p-450 in male rats. Journal of Toxicology and Environmental Health, Part A. 71 (21).
Suez, J. et al. Artificial sweeteners induce glucose intolerance by altering the gut microbiota. Nature. 514 (7521).
Shell, E. R. Artificial Sweeteners May Change Our Gut Bacteria in Dangerous Ways. Scientific American. 312 (4).
Brown, K. et al. Diet-Induced Dysbiosis of the Intestinal Microbiota and the Effects on Immunity and Disease. Nutrients. 4 (8).
Dantzer, R. et al. From inflammation to sickness and depression: when the immune system subjugates the brain. Nature Reviews Neuroscience. 9.